Deja que te enamore con Tanzania

por | Sep 11, 2017 | ÁFRICA, TANZANIA, Viajes | 2 Comentarios

Deja que te enamore con Tanzania

Corría el año 2014 cuando emprendí esta gran aventura que marcó un antes y un después en mis ganas de crecer como persona y como profesional del ámbito sanitario.

Una chica de apenas 18 años recién cumplidos se embarcaba en un viaje lleno de emociones a flor de piel, miedos e inseguridades.

Tanzania fue mi primer viaje sola a otro continente. Sólo mi maleta y yo, y mis ganas insuperables por conocer esa gente tan maravillosa que veía en fotos y videos. Esa gente que solo con sonreírte te alegran el día.

¿Cómo surgió la idea?

Desde muy pequeña me encantaba la idea de viajar algún día a África. Su cultura, su gente y su naturaleza, eran los factores que más me fascinaban en aquel momento.

Las ganas por ayudar, colaborar y sobre todo de aprender de otras personas fueron la excusa perfecta para iniciar esta gran aventura.

La idea de hacer el voluntariado a África cobró mayor fuerza cuanto estábamos estudiando en Madrid la carrera. Fue un impulso, sin pensar en nada. Cuando empecé a maquinar en mi cabeza que ese verano iba a ser diferente.

Borja tenía unas ganas inmensas de ir pero en esos años eran imposible cuadrar los días juntos. Además, que ninguno de los dos trabajábamos en ese momento por lo que  no teníamos la libertad que tenemos ahora.

A pesar de ello empecé a organizar todo sin pensar en inseguridades, ni miedos ni ponerme barreras innecesarias y decidí organizarlo todo cuanto antes.

Empecé a investigar de cuál podría ser la ONG que más se ajustara a mí, tanto a nivel de voluntariado como por localización del sitio y claro está, de precio.

¿Dónde colabore? Organización y lugar.

La búsqueda no fue nada fácil ya que todos los países me aportaba algo que otros no tenían. Muchos de ellos fueron descartados por el precio. Los que han hecho voluntariado saben perfectamente de lo que les hablo, vas a ayudar sí pero dejando también mucho dinero.

Además investigaba (aunque no era a ciencia cierta) que el dinero que aportaría a determinada ONG fuera dirigido exclusivamente a los niños de determinado orfanato.

Finalmente, una chica conocida de nuestra  isla (La Graciosa) me ayudó bastante a decirme a que país viajar y sobre todo con que ONG ir. Ella había ido el año anterior y no me pude enamorar más de su experiencia.

Me ayudó en todo, toda la información del orfanato me lo pasó ella y se lo agradezco enormemente. Su ayuda me permitió perder la desconfianza y decidirme por esta organización.

El orfanato con el que colaboramos tanto ella como yo se llamaba “Good Hope Orphanage” situado en Arusha.

La idea principal del proyecto era colaborar en el orfanato, colegio y hospital. Finalmente, mi colaboración en el hospital quedó descartada ya que me negaba profundamente a realizar técnicas sanitarias de malas maneras. Por ejemplo, utilizar la misma aguja para extraer sangre para varios pacientes.

El precio total fue 450 dólares un mes. Este precio incluía el alojamiento en el orfanato y comida. A esta cantidad le tenemos que sumar el precio del avión (990 euros), actividades, comidas extras y material para los niños.

Experiencia en el orfanato.

Para hablar de mi experiencia en el orfanato vamos a empezar desde el principio. Aterricé a las 12 de la noche en el aeropuerto del Kilimanjaro, las sensaciones que tenía en ese momento era de un miedo asombroso pero a la misma vez ilusionada.

La única blanquita de todo ese minúsculo aeropuerto era yo y toda la gente en ese momento me parecían iguales no sabía distinguir quién era la persona que me iba a llevar sana y salva al orfanato.

De repente, se acerca hacia mí un señor  (no era el que había visto en las fotos de contacto) llamándome por mi nombre. En ese momento yo, desconfiaba totalmente de él, le exigí que me dijera mi nombre completo y que llamara a la persona con la que había mantenido el contacto esas semanas  atrás. Finalmente, era un amigo del director del orfanato que había sido enviado a recogerme. Aún así, mi miedo no había desaparecido. Solo quería pasar esas calles totalmente oscuras y llegar a mi destino.

En ese momento, para serles sincera me esperaba cualquier cosa. Tenían que estar en ese coche durante una hora y pico. El señor intentaba darme conversación pero en esos momentos estaba muy nerviosa, todo era nuevo para mí. Y todo eso añadido a la oscuridad de la noche, no se veía nada y escuchar algo, poco.

Llegue al orfanato y ahí me esperaba el director del orfanato “Ally”. Deje mis cosas aún lado y me preparé para dormir. Daba como finalizado mi ajetreado día de vuelos.

El recibimiento por parte del personal del orfanato y por supuesto de los niños fue muy bueno. Nada más llegar me sonrieron, no hacía falta más palabras. Mi miedo de mi primera noche había desaparecido al instante.

En un momento me pusieron al día con las actividades. Además, ya había pensado otras muchas por lo que me adapte perfectamente a la rutina que tenían ellos en el cole.

Mis tareas comenzaban desde muy temprana la mañana cuando ayudaba a preparar a los niños para ir al cole. Allí en el colegio junto con varias voluntarias españoles organizábamos clases en español y juegos.

¡No saben cómo disfrutaban y lo bien que lo pasábamos!

Después de las clases, me volvía al orfanato y organizamos actividades para pasar la tarde lo más animada posible.

 

Actividades durante el voluntariado.

Los fines de semana eran libres y era el momento de conocer un poco más el país. Hice un safari de 3 días en el Parque Nacional de Ngorongoro. Fue una experiencia increíble en el que pude disfrutar de la naturaleza y de los animales más fascinantes del mundo.

También  organizábamos salidas con los niños del orfanato al centro de la ciudad, ¡no vean los felices que estaban! Hacíamos competiciones de hockey, fútbol, bailes, meriendas y uno de los días hicimos el Día de la Música con los instrumentos que habían traído algunos voluntarios.

¡Bailábamos y cantábamos como nunca!

Otras alternativas.

Antes de finalizar mis días de voluntariado en Arusha, conocimos a través de otros voluntarios locales a una señora que acogía en su casa a niños que habían sido abandonados por sus padres o por otras situaciones similares.

La señora tenía a su cargo a un  montón de niños que los mantenía ella sola con lo que trabajaba. Además de alguna que otra ayuda que recibía por parte algún voluntario pero no tenía tanta proyección como el orfanato en el que yo colaboraba.

Ahí conocimos a niños como Bryson, que nos robó el corazón desde el minuto 0.

Por eso es muy importante que toda aquella persona que quiera colaborar no lo dude en ningún momento. Hay muchísimas personas ahí fueran que necesitan la ayuda de cada uno de nosotros.

¿Volver?

Sin duda este voluntariado ha marcado mucho en mi vida, he madurado, me ha hecho mucho más fuerte y débil al mismo tiempo. Me ha hecho sentir cosas que nunca jamás podría pensar que sentiría, ternura y amor por su gente, ganas de viajar y conocer otras culturas, y sobre todo ayudar con lo que pueda.

El voluntariado te engancha de una manera que solo ronda en tu cabeza el poder volver, ver a esos niños que te han dado tanto y a los que les has  aportado lo mejor de ti.

Han pasado varios años, y no pasa ninguno sin que deje de pensar que algún día volveré, a aquel país que me dio tanto y me enseñó con tan poco.

Volveré para enseñarle a Borja todo lo que viví y que él pueda disfrutar en primera persona de todas aquellas historias que le conté a mi vuelta y de otras tantas que no me acordé de contarle.

Iba con la idea de ayudarlos y resultó que los que me ayudaron fueron ellos a mí.

¿Qué si volveré? Sin lugar a dudas y no tardaré en hacerlo.

…y como siempre decimos ¡viajen!¡viajen mucho!    

Pero en este caso ¡ayuden!¡ayuden mucho! Les llenará como ninguna otra cosa.

PAULA & BORJA - UNVIAJEDE2

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2 Comentarios

  1. noa

    Hola prec iosa,
    Bajamos por fin a africa este viernes 24 y quetriamos por la tarde pasarnos por arusha a algun sitio donde dejar una bolsa de ropa y material escolar,.. podrias darme algun contacto?

    Responder
    • unviajede2

      ¡Buenas Noa!

      Perdona la tardanza en responder a tu mensaje.. me imagino que ya habrás viajado a Tanzania. ¿Qué tal ha ido?

      Que pena no poder haberte leído antes, ya que allí conocemos algunos proyectos bonitos como es el de Progress For Africa, Good Hope Orphanage, Blue Skye School…

      Un abrazo,
      Paula y Borja

      Responder

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