La idea de celebrar el cumple de Borja en otro país y la necesidad de playa y buena comida nos bastaron para embarcarnos a una nueva aventura.
Pueblos pintorescos, carreteras serpenteantes en mitad de acantilados increíbles, un mar de un azul profundo y una gastronomía bajada del cielo, hicieron de nuestra experiencia en la Costa Amalfitana irrepetible.
Un plato de pasta te bastará para enamorarte de esta zona al sur de Italia , pero deja que te expliquemos como fueron nuestros 5 días y anímate a visitar este precioso lugar.
Primer día : Llegada a Nápoles
Nuestro vuelo llegó a Nápoles a las 20:00 de la noche. Para llegar a nuestro alojamiento preferimos ir en taxi ya que no nos apetecía perdernos a esas horas por las calles de Nápoles. Además, con todo lo que habíamos leído de esta zona decidimos dejar la aventura para otro momento.
El trayecto duró 25 minutos aproximadamente y el precio por el viaje fue de 25 euros, aunque habíamos leído que el precio rondaba entre los 16-18 euros. Por lo que te recomendamos que antes de subirte fijen el precio.
Sobre las 22:00 h de la noche llegamos a nuestro guesthouse “San Biagio 25”. Este alojamiento se encuentra en el corazón de Nápoles, cuenta con un personal atento y el precio por noche es económico. Además, cuenta con un patio a la entrada súper antiguo que nos hizo teletransportarnos por un momento a la antigua Italia.
Dejamos nuestras maletas a un lado, nos dimos una rica ducha y nos tiramos de cabeza a la cama pensando en nuestro gran día, ¡Positano!.
Segundo día: Positano se acerca
Suena el despertador a las 7:00 mañana (difícil de creer) y nos disponemos a abrir las preciosas ventanas de nuestro balcón.
El ruido de los primeros comerciantes abriendo sus locales y los primeros rayos de sol nos acompañaron a preparar nuestro rico desayuno.
Café, zumo de naranja, tostadas, galletas caseras y un riquísimo bizcocho de manzana fueron nuestros sustentos de esa mañana.
Este pedazo de desayuno acompañado de unas preciosas vistas hacían de este momento especial. Nuestro primer contacto con Italia empezaba muy bien.
Después del desayuno nos fuimos directos a la estación destino Positano. Para ello, necesitábamos coger el tren hacía Sorrento (Tren Circunvesuviana) y desde ahí un bus hacia Positano.
La estación más cercana estaba a 15 minutos por lo que en un momento ya estábamos dentro del tren.
El trayecto duró aproximadamente 1 hora y 30 minutos. La parada desde donde cogimos el tren fue “Napoli Porta Nolada” y había muchísimo espacio para sentarnos cómodos con las mochilas. Luego, en las siguientes paradas el tren empezó a llenarse de gente, por lo que les recomendamos coger el tren desde esta parada.
- Precio: 3,5 euros/persona
En la misma salida del tren en Sorrento te encontrarás con las paradas de bus hacia Amalfi con parada en Praiano y Positano.
El trayecto duró aproximamente 1 hora y el precio es de 3€ por persona. Las vistas que veíamos durante este trayecto eran increíbles, súper bonito.
Debido a los altos precios en los alojamientos en Positano, decidimos coger el alojamiento en Praiano (Hotel Open Gate) que era muchísimo más barato y estaba solo a 15 minutos en bus. Además, este hotel tiene la parada en la salida por lo que fue la mejor elección que hicimos.
Praiano es un pueblo precioso y cuenta con mayor tranquilidad en sus calles que Positano.
El calor era sofocante pero el tiempo estaba irresistible por lo que terminado el check in, nos vestimos y fuimos a la playa principal de Praiano, “La Praia”. Las vistas hasta llegar a la playa son preciosas.
En esta zona hay muchísima variedad de restaurantes. La mayoría de ellos cuentan con un precioso estilo marinero a la orilla del mar que te invitaban a sentarte en sus mesas.
Nosotros que somos muy difíciles de convencer y tras pensarlo mucho decidimos almorzar en uno de ellos a la orilla del mar.
El restaurante se llamaba “Donna Clelia” y nos ofrecía una amplia variedad de platos con mariscos. ¡Estaba riquísimo!
Después de la comida disfrutamos de unos cuantos chapuzones que nos sentaron a gloria. ¡El mar nos renovó por completo!
Al pasar unas horas fuimos al hotel para prepararnos para contemplar el atardecer desde la plaza de la Iglesia de San Gennaro. El atardecer fue una autentica pasada, nos encantó. Además, desde lo lejos se podía ver las casas en los acantilados que formaban Positano.
Cuando se empezó a oscurecer, decidimos “tomar y picar algo” antes de ir al hotel. Lo ponemos entrecomillas porque esa era la idea y se convirtió en un auténtico festín. Las cantidades que nos pusieron ese día eran una pasada.
El restaurante se encuentra en la misma plaza y se llama “Trattoria San Gennaro”.
Llenos y felices nos fuimos (rodando) directos al hotel. No podíamos pedir más, el día había ido sobre ruedas.
Tercer día: Positano nos espera
Suena el despertador pero esta vez cuesta un poquito más despegarse las sábanas. Estábamos tan casados que se nos hizo difícil levantarnos temprano para ir a Positano.
Empezamos nuestro día a las 8:30 de la mañana para bajar directos al desayuno.
Nota: ¡No podemos vivir sin nuestros desayunos!
Una vez preparados, nos dirigimos a la tabaquería que se encontraba a 7 minutos de del hotel y nos compramos nuestros tickets de bus hacia Positano (precio: 1,30€).
Cuando llegamos a Positano nos sorprendió muchísimo la poca gente que había. A lo mejor había mucha pero nosotros nos lo imaginábamos peor. Las calles estaban transitadas pero no de forma exagerada.
Sin el agobio de turistas y las preciosas vistas que nos encontramos al bajar del bus nos hacía presagiar el precioso día que nos esperaba.
Al bajar a la playa, fuimos directos al agua. Playa Grande es la playa principal de Positano y es dónde se concentra la mayor parte del turismo. El agua de esta playa es de un color increíble.
A pesar de que estábamos como pez en el agua solo estuvimos un rato ya que necesitábamos comer y preferíamos una playa más despejada.
Antes de ir en busca de una zona donde refugiarnos de la multitud, nos fuimos a comer a un restaurante cercano.
El restaurante nos llamó la atención por su decoración, la vestimenta de los camareros,… todo estaba en armonía, y no era para menos ya que luego descubrimos por las fotos en sus paredes de que se trataba de uno de los restaurantes más famosos de Positano. El restaurante se llamaba “Chez Black”.
La comida estaba exquisita, el trato inmejorable y encima en frente del mar ¿Qué más se puede pedir?
Terminada la comida nos fuimos a una playa cercana llamada “Playa de Fornillo”.
En esta playa había muy poca gente y a lo largo de la tarde nos quedamos completamente solos. Terminada nuestra vida en el mar, nos fuimos a Praiano para prepararnos y volver a Positano para disfrutar de una cena desde las alturas.
Cuando llegamos a Positano nos encontramos con este espectacular atardecer. El sol empezó a descender dejando a su paso un color rosa precioso.
Después del mini picoteo nos fuimos a descansar para afrontar el siguiente día como se merece.
Las vistas con la que nos despedimos esa noche eran mágicas.
Cuarto día: Visita al Fiordo di Furore
Una vez más, el intento de madrugar no resultó. Esta vez habíamos pensando en ir temprano para disfrutar del Fiordo di Furore nosotros solos pero no funcionó.
Desayunamos y cogimos el bus a las 9:45 de mañana y ¿Cuál es nuestra sorpresa? No había absolutamente nadie, solo había una pareja que había bajado con nosotros.
El lugar es una preciosidad, un sitio único.
Mientras la marea subía, disfrutamos de las vistas y sacamos alguna que otra foto. A medida que iba pasando el día la playa se fue llenando más pero no tanto como nos esperábamos.
El agua estaba riquísima y las vistas como pueden ver son espectaculares.
Regresamos al hotel para prepararnos para ir a Positano pero de repente empezó a llover y nos quedábamos en el hotel hasta que acabara.
Terminada la lluvia, el día estaba mejor que nunca y nos fuimos directos a Positano. Mientras nos recorríamos sus calles, disfrutamos de un riquísimo helado de pistacho. ¡Un auténtico manjar!
Antes de irnos a Praiano, compramos fruta fresca y dábamos por concluido nuestro súper día con helado de pistacho incluido.
Quinto día: Excursión a Capri
El despertador suena y esta vez no hay excusas para no levantarse. ¡Nos vamos a Capri!. Después de ver todas las opciones que había para ir a Capri, finalmente decidimos hacerlo por nuestra cuenta.
Cogimos el ferry en el puerto de Positano a las 9:30 am. El trayecto duró 50 minutos y costo 39 euros ida y vuelta por persona. Llegamos a Capri, al puerto de Marina Grande y fuimos directos a una oficina de turismo ya que queríamos recorrer la isla en barco, al menos los puntos más importantes. La excursión era de una 1h, costo 18 euros por persona e incluyo diferentes puntos de interés de la isla.
Ya de vuelta al puerto, fuimos directos a coger el bus dirección Anacapri.
Anacapri es junto con Capri, uno de los dos municipios (el de mayor extensión) en los que se divide la isla de Capri. Una vez allí, no dudamos en visitar la Villa San Michele para disfrutar de las vistas desde las alturas. Eran increíblemente bonitas y no tan turístico por lo que que puedes disfrutarlo casi solo.
Como íbamos con el tiempo justo, decidimos de coger el bus y visitar el centro de Capri que se encuentroba 20 minutos de Anacapri. El centro es muy bonito y pintoresco. Disfrutamos de las vistas de manera fugaz ya que era la hora de volver al puerto. Para volver cogimos el Funicular.
El funicular es un tren que hace solo los trayectos de Marina di Grande a Capri centro, salen cada 15 minutos y tiene un coste de 2 euros.
Es el transporte más rápido, ya que los buses hacen varias paradas y está más lleno de gente.
Antes de volver a Positano, repetimos momento helado en Capri y luego nos pusimos a buscar la parada de nuestro barco.
La visita a Capri nos encantó pero es cierto que fuimos con el tiempo muy justo. Nuestro último barco salía de Capri a las 17:30 por lo que no nos permitía disfrutar de la isla todo lo que queríamos.
Súper cansados por el trayecto, volvimos a Positano y decidimos comprar fruta en un market de la plaza que ya le habíamos echado el ojo. ¡La fruta está para chuparse los dedos!
Nuestro súper día acabó sentados en la terraza del hotel, contemplando la noche y cenando la fruta. No nos podíamos creer que era nuestra última noche.
Sexto día: odiamos las despedidas
La pena con la que nos despertábamos este día era muy profunda, aun así nos levantamos con energías y nos centramos en disfrutar de esta preciosa zona al máximo.
Aprovechamos que nuestro vuelo era por la tarde para darnos un último baño en las playas de Positano. Recorrimos un poco la zona, almorzamos y nos volvimos de nuevo a Positano a recoger nuestro equipaje.
Para el trayecto de vuelta cogimos un bus que nos llevara para Sorrento. El problema que nos surgió en la vuelta es que el último bus hacía el aeropuerto lo habíamos perdido por lo que nos compramos un ticket de tren express hacia Nápoles.
El precio es de 7 euros, tan solo dura 45 minutos, hay mucho espacio en los vagones y encima no hacía paradas.
Al llegar a la parada de bus de Nápoles al aeropuerto nos ofrecieron junto con otros pasajeros llevarnos en taxi por 5 euros.
Con tiempo más que suficiente, nos cambiamos de ropa y nos mentalizamos de nuestro regreso a casa.
Nuestras 5 noches en la Costa Amalfitana fueron irrepetibles. Desde el minuto 0 hasta el final nos enamoró por completo. Además el ritmo del viaje era totalmente diferente a los anteriores por lo que pudimos disfrutar en mayor medida de la tranquilidad del lugar.
La Costa Amalfitana es un destino perfecto para este verano si quieres desconectar y disfrutar de unas vistas diferentes y coloridas.
Si tienen alguna duda o quieren preguntar algo que se nos haya pasado por alto pueden hacerlo sin problemas en los comentarios.
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Disfruten del mar, el sol, la buena pasta y por supuesto los buenos helados pero… ¡No se olviden de viajar!¡viajar mucho!
Muy bueno el post chicos! Os felicito!☺ Definitivamente, la Costa Amalfitana es uno de los destinos que me encantaría visitar. Ya la tenía en mi lista pero gracias a vosotros a subido posiciones.
Ha sido un placer leer vustro artículo. Se nota que sois muy transparentes y por un momento me habéis teletrasportado.
Besos y un saludo,
Àngela
Buenas Àngela,
Nos alegra muchísimo que hayas leído nuestro post. Sin lugar a dudas la Costa Amalfitana es lugar maravilloso para desconectar.
Muchas gracias por tus palabras.
Un beso enorme,
Paula y Borja
Buenos días
Muchas gracias por toda la descripción, me encanto como ustedes mismos armaron su itinerario. Nos ayudara todo su post para planear nuestro viaje que esperamos sea en un futuro muy próximo. La Costa Amalfitana es un lugar que hemos querido conocer. Saludos linda pareja
Hola Marcela,
¡Muchísimas gracias por tu comentario! Esperamos que lo disfruten y cualquier cosa no dudes en escribirnos.
Un abrazo,
Paula
ME ENCANTO TODO FELICIDADES
Buenas Silvia,
¡Muchísimas gracias!
Un saludo grande